Concepto de ser instructor de HAM-DO
Un instructor de Ham Do debe tener en claro por que desea enseñar, a quienes desea enseñar, y de sea lograr en las personas.
Ser instructor por el simple hecho de que quiere pertenecer a un grupo de formadores para satisfacer su ego, cabe la posibilidad de que no tenga éxito y por ende frustrará el camino emprendido por sus alumnos.
Instructor es una persona que tiene vocación en servir a los demás. Es un sentimiento que se lleva dentro de uno mismo con una imperante necesidad de dar, de formar, de contribuir y aportar a las personas, sobre su experiencia y conocimientos de HAM-DO.
El instructor es una persona que posee vocación de servicio, prestando servicio con la finalidad de contribuir para con las personas que conforman la comunidad y ésta de desarrolle bajo una temática de formación.
El instructor de HAM-DO debe ser canal de comunicación, creando posibilidad para que el alumno pueda lograr una condición óptima y pueda transcender en su desarrollo personal a través de la técnica del HAM-DO.
Instructor es aquel que escucha, atiende inquietudes y enriquece a través de los valores con una sana relación Instructor-alumno, posibilitando un mejor desempeño de ambos.
Un Instructor debe estar enfocado en la supervisión de su grupo el que contribuye y espera resultados favorables para el alumno. Instructor es Dar, desde su integridad a favor del otro. Para que esto ocurra debe existir retroalimentación, o sea, intención de parte del alumno. Intención acompañada por objetivos y compromiso hacia si mismo.
El instructor debe estar dispuesto a brindar sus conocimientos por la simple razón de que alguien solicita de su instrucción.
Algo importante para destacar es que: El compromiso del instructor debe basarse en el compromiso del otro. Si el alumno no tuviese compromiso no existe evolución
El instructor no está para obtener resultados personales a través del alumno, sino para contribuir con el, a que este obtenga resultados favorables a través de la guía e instrucción del profesor.
Ejemplo: El instructor desea que sus alumnos sean grandes campeones en el ámbito deportivo y sean personas superdotadas.
Pedimos informes de cuales son los objetivos de ellos y notamos que tan solo un 20% acepta esos objetivos, en tanto que el 80 practica la actividad por otras distintas razones no encuadradas en la ejemplificación.
Allí tenemos un caso de insatisfacción con posibilidades de perder adeptos.
La pregunta es la siguiente considerando este ejemplo...
¿El instructor entrena la gente para que? Para satisfacer al alumnado ó para satisfacerse a sí mismo?
Por: Eduardo Sanchez
No hay comentarios:
Publicar un comentario