Sin ella viajas solo, desarrollar excelentes habilidades de comunicación es esencial para el liderazgo efectivo. El líder tiene que ser capaz de compartir conocimientos e ideas para transmitir un sentido de urgencia y entusiasmo a otros. Si no puedes hacer comprender un mensaje claramente y motivar a otros a actuar, entonces no tiene sentido tener un mensaje.
Aún cuando no tengas que dirigir a grandes masas, el éxito de tu matrimonio, tu familia, tu trabajo y tus relaciones personales dependen mucho de la buena comunicación que logres desarrollar.
Tú puedes ser un comunicador efectivo si sigues cuatro verdades básicas.
1. Simplifica tu mensaje
La comunicación no es lo que se dice. Es también como se dice. Olvídate de impresionar a la gente con grandes palabras u oraciones complejas. Si quieres tener éxito en la comunicación se sencillo. Napoleón Bonaparte acostumbraba decir a sus secretarios: Sea claro, sea claro, sea claro.
2. Mira a la persona
Los comunicadores efectivos se concentran en las personas con las que se están comunicando. Saben que es imposible comunicarse con efectividad con la audiencia sin saber algo sobre ellos. Cuando te comunicas con las personas hazte estas preguntas. ¿Quien es mi audiencia? ¿Cuáles son sus preguntas? ¿Cuales son sus necesidades? ¿Cuánto tiempo tengo? Mira a las personas por lo que son, no los mires como objetos. Si estas interesado en que estas personas florezcan míralos por lo que puede llegar a ser con el tiempo.
3. Muestra la verdad
La credibilidad precede a la gran comunicación. Hay dos formas de transmitir credibilidad.
Cree en lo que dices.
Vive lo que dices.
No hay mayor credibilidad que la convicción en la acción.
4. Busca una respuesta
Cuando te comuniques nuca olvides que el objetivo de toda comunicación es la acción. Una historia muy bonita la de un ranchero, que siempre le amontonaba sácate a su caballo, pero este se resistía a engordar, y un buen día le pregunto a un experto en nutrición animal, ¿Por qué la actitud de mi caballo? y este le contesto, lo que sucede es que usted le descarga el sácate pero no trata de alimentarlo. Cada vez que hablas a la gente, no te olvides que tienes que darles algo que sentir, algo que recordar, algo que hacer. Si tienes la habilidad para hacer esto, tu liderazgo llegara a otro nivel. No descargues la información solamente, hazlos entender y comprender para que accionen.