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Filosofía del HAM DO - Hacia un crecimiento personal

La cima "Haber llegado es un nuevo comenzar"


Hay muchos escritos, citas, historias, poemas que hacen referencia a las montañas como interpretación de un lugar sagrado y místico, e incluso éstas son propias para los deportes de alto riesgo como en el caso de los escaladores.

Desde donde se las mire éstas poseen una gran belleza para al ojo de la mente y el alma del hombre.

Quienes hablan acerca de las montañas, hablan del esplendoroso poder que ellas emanan al solo efecto de tenerlas en frente.

Ham Do “El camino del hombre ascendiendo la montaña” es un metáfora cuya filosofía, como arte marcial, se centra en ubicar a las personas (practicantes) en un escenario en donde su intención por un logro implique por si mismo, recorrer por distintas experiencias que permitan tener acceso al aprendizaje personal a través de su desempeño.

La escalada a la montaña la podemos traducir como un recorrido, realizando distintas acciones que llevarán a cabo los practicantes de Ham Do, en conjunto con sus valores, compromiso y actitud. Siendo estas herramientas por las cuales podrá llegar a la cima (meta), y que como resultado de la experiencia obtenida, le aporte crecimiento y poder personal.

Cuando nos referimos a metas o llegar a la cima, no nos estamos refiriendo solo a los resultados precisamente. Nos referimos a la riqueza que nos deja la experiencia vivida por haber ido tras un objetivo, considerando que en el momento de gestarse fue tan solo una intención que llevada a la practica se tornó en desafío personal.

Si un practicante de Ham Do no se hace cargo de su compromiso sobre aquello que desea lograr, difícilmente podrá tener acceso a la riqueza que le brinda la experiencia y consecuentemente limitará su capacidad de “hacer”. Comprometerse es crear algo que hasta el momento no existía para uno mismo.

Esta situación la podemos graficar en el caso del cinturón blanco que comienza sus entrenamientos y desea, como meta, lograr el rango de cinturón negro. Para cada graduación tendrá acceso a conocer nuevas técnicas y ponerlas en prácticas. Pero en su paso por cada grado experimentará además la vivencia de relacionarse con la complejidad, la sumatoria de resultados y el desafío de atravesar la espera del tiempo estimado. Donde la paciencia, el rigor, el compromiso, la conciencia, la convicción, los valores, estarán allí latente como maestros del aprendizaje. Tarea nada fácil para el que no está comprometido consigo mismo.

Muchos grandes personajes que hemos tenido en la historia de la humanidad han debido crecer ellos mismo en su manera de “ser” y “hacer” a la hora de enfrentarse a un reto. Reto que han sostenido por un fuerte compromiso e influenciado por su propia visión, pudiendo llevar a la realidad lo que declararon lograr. Gracias a sus logros, sus aportes han sido importantes herramientas para las nuevas y futuras generaciones.

Cada paso que damos en esa travesía la podemos graficar como un ascenso por distintos peldaños en la cual sobre cada uno de ellos ponemos una cuota de esfuerzo mayor para subir a otro y así sucesivamente.

Los seres humanos desde que nacemos pasamos por distintas etapas de aprendizajes que hacen del conocimiento adquirido y de la experiencia vivencial, nuevas maneras de “pensar” y de “hacer”, contribuyendo en mayor o menor medida en nuestra evolución.


Evolución que significa maneras de “ser”, de lo que no éramos antes. Experiencia de la que antes no se tenía. Conocimientos que antes eran quizá mínimos; transformándonos hoy en portadores de un nuevo saber.

Llegar a la cima de la montaña puede ser una tarea nada fácil. Pero el aprendizaje podrá aportar madurez, conciencia y comprensión de nuestra capacidad natural la cual fue desafiada a conquistar nuevos terrenos que se han salido de la autolimitación, por haber obtenido quizás seguridad y confianza en uno mismo.

Tenemos el caso de los niños que partiendo se su condición natural para experimentan el gatear, el caminar, el trotar y luego el correr. En la medida que vivencian, ejercitan y dominan las distintas etapas, obtendrán mejoras para arribar a futuras y nuevas experiencias de la vida en su andar.

Bien puede ser metafórico este sentido que se le asigna, pero llevado a la realidad podremos observar que en nuestro vivir diario se trata de tener metas y lograr resultados en un sistema donde las personas que tienen o han tenido mejores resultados, son quizás las más beneficiadas para ocupar un lugar y desempeñarse en la sociedad en general.

¿Que hay en la cima de esa montaña que se logró conquistar? Es una pregunta que tiene tantas respuestas como seres humanos habitan en este mundo. Pues cada persona que se propuso llegar a una meta y lo ha logrado, puede decir lo que significó para ella.

Llegar a la cima no significa mirar al mundo desde arriba. Haber llegado es reconocer en uno mismo la fortaleza y la voluntad inquebrantable que fueron puestas de manifiesto.

Debemos considerar además que todo logro obtenido dura tan solo un instante, pero la experiencia cosechada queda impreso en el libro de nuestra vida. Libro que servirá de plataforma para abrir camino hacia las posibilidades de un nuevo escalar.

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