“Un Camino hacia el Bienestar Integral” Parte 3 Arg

Parte 3: Encuentro con la espiritualidad o con uno mismo.

Durante estos dedicados años de práctica marcial, he tenido la dicha divina, de encontrarme con grandes maestros, que hicieron que descubra que la práctica marcial es un camino de desarrollo personal o espiritual y no solo un deporte o una actividad física/corporal.

En esta nota trataré de compartir porque es eficiente una práctica marcial integrada, es decir, cultivando la trilogía “cuerpo-mente-alma”.

La práctica constante, genera lo que denomino un despertar de la conciencia corporal y activación del desarrollo personal o espiritual, ya que a través del movimiento repetitivo, o práctica de memoria, se va desarrollando un caudal de información que al principio es inconsciente, pero luego de un determinado tiempo, pasa a ser consciente durante la lucha o improvisación de técnicas libres.

Estos “movimientos” inconscientes, se aplican en la vida diaria, en cada situación rutinaria que ejercemos o cuando usamos mecanismos de defensa que llamamos “inconscientes” que muchas veces son disfuncionales, pero que pueden ser modificados si integramos la práctica del arte marcial y nos damos cuenta de ello.

Si logramos hacer que nuestro trabajo marcial sea consciente y no solo repetitivo, sintiendo y vivenciando cada movimiento, luego podremos trasladar o desplazarlo a la vida diaria, pudiendo enfrentar estados y situaciones psicológicas delicados, el stress, la depresión, ansiedad o nerviosismo.

Si en la práctica marcial, aprendemos a llevar el cuerpo al equilibrio, en forma consciente, podremos observar la fuerza, la tensión y la relajación que se produce en cada parte del cuerpo. Esto mismo podemos aplicar, en cada acto que realicemos en la vida cotidiana, y mejorarlo con el uso de la respiración o expansión de energía cuando sea necesario, dependiendo de cada circunstancia vivida.

Se dice que en el cuerpo, encontramos las respuestas mas profundas, y es así como trabajando con el cuerpo, podemos acceder a conocernos y a reeducarnos para ser mejores personas.

La mente mueve la energía y la energía mueve al cuerpo, si somos conscientes de esto en cada acto, podremos conectarnos con lo que sentimos y con lo que estamos haciendo, y ser mas prudentes a la hora de actuar bajo los impulsos o “movimientos” inconscientes.

El trabajo corporal intenso y diario, nos lleva al encuentro con uno mismo, a conocer nuestras potencialidades y debilidades, e integrado con la meditación, podremos potenciar este autoconocimiento, reflexionar y auto programar una mejor vida para cada uno de nosotros.
Ya que utilizando la mente, respiración y movimiento del cuerpo se activa la circulación de la energía en todo el cuerpo, recorriendo los chakras o centros de energía, que fortalecen los órganos internos, huesos, articulaciones y músculos, promoviendo una post relajación, que nos conduce a una posible regulación del estrés, amabilidad en nuestros actos y en definitiva una consciencia mas expandida y amplia.
Ser conscientes de nuestro cuerpo en movimiento, nos ayudará a ser mejores personas en cada acto de la vida cotidiana.
Concienticemos nuestra práctica y será un verdadero recurso terapéutico.

Prof. Pablo A. Carapezza

Profesor de Taekwon-Do ITF & Hatha Yoga
Psicoterapeuta Especializado en Deportes

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